miércoles, 29 de diciembre de 2010

San Juan María Vianney

Hoy fue mi último día de trabajo. Mi contrato con el colegio acabó y con ello acabó una etapita en mi vida.
Tuve muchas experiencias bonitas. La vivacidad de los chicos me llegó a contagiar. Aprendí de ellos a dar lo mejor de mí. Conocí la vida del cura de Ars (un hombre digno de ser llamado santo con todas sus letras). Los chicos me sorprendían con sus capacidades, con sus notitas llenas de cariño, con sus manzanas, con sus disfraces, con sus detalles, con su sinceridad, con sus dudas, con su inocencia. Mi día se iluminaba cuando alguien me decía "miss". Incluso me fui de viaje con la promoción y conocí la nieve por primera vez.
Dios me puso en el colegio San Juan María Vianney para algo. No sé si lo cumplí. Solo sé que hice buenos amigos, que pude manejar situaciones de presión y salir bien librada, que tuve un trabajo estable y que este año se me pasó volando.
No había trabajado antes con chicos desde los 6 a los 17 años. Tuve que encontrarme con mi niña interna (y mi adolescente también). Como profesional estoy creciendo, a paso lento pero seguro, y quiero dedicarme a la Educación Artística así algunos digan que estoy perdiendo plata por no estudiar Derecho porque siempre tengo una respuesta para todo. Ja.
No tengo ningún as bajo la manga ni metas específicas para el próximo año. Ni siquiera tengo planes para pasado mañana. Este año empecé con metas claras y... no se cumplieron. Dios hizo de mis planes algo mejor. Espero que en el 2011 pase lo mismo.
Me encomiendo en sus oraciones para que el Señor haga conmigo lo que le dé la gana, como siempre. Mientras tanto: ¡Vacaciones!

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Esperanza

El martes tuve un día normal en el trabajo. Regresé en la tarde a la casa y me puse a sonsear un poco. Yo misma supuse que ya no iría al grupo de oración por pura pereza (y porque últimamente no paro mucho en mi casa y eso tampoco es bueno, supongo). En todo caso, ya no iba a salir.
Pero el Señor no deja de sorprenderme y esta vez mi mamá justo tenía una reunión en Miraflores y me podía llevar y recoger a Santa Rita. Gol de Perú. Me alisté rapidísimo y salí rumbo a la parroquia.
Recibimos una maravillosa y sorprendente noticia: Nuestros hermanos Sandra y Carlos serán padres. Y lo compartieron en el grupo, fue un momento recontra emotivo. Ellos lo esperaron por mucho tiempo y ahora es una realidad cuando se pensó que no se podría. Si les contara la historia... Uff. Hoy en día, el mundo propone tantas cosas respecto a la fertilidad. Pero ellos solo tuvieron fe y lo dejaron en manos de Dios. Y Él se ha manifestado de manera asombrosa. Es una bendición enorme para la comunidad.
¡Y por si fuera poco me llevé la Virgen esta semana! La tengo en mi hogar, hermosa, rodeada por la corona de adviento. Y hoy le recé un Rosario. Sin duda, este es un tiempo de esperanza. Un tiempo para recordar que nunca, pero nunca, se debe dejar de creer.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Mi libertad II

Hace un par de semanas, fui a un retiro con toda la Pastoral Juvenil de la parroquia. Fui emocionada porque era un retiro en el que ninguno de nosotros iba a dar servicio. Por el contrario, ibamos a vivir por completo dos días de encuentro con Dios. Debo admitir que al principio afloró mi rebeldía, mi soberbia y mi necesidad de control. No me daba la gana de alabar, no me daba la gana de orar de pie y con los ojos cerrados (siempre he estado en contra de que fuercen ese tipo de cosas), no me daba la gana de acordarme de mis issues, no me daba la gana de llorar... Lo increíble de este fin de semana fue que Dios obró a pesar de mi rebeldía.
Yo veía a muchos llorar, sentirse pecadores y humildes, arrepentirse... Y me puse a pensar: Yo me arrepiento de mi mal genio, de mi falta de caridad, del prejuicio... Pero nunca he tenido una vida libertina (y la tentación siempre está), no he tenido relaciones sexuales, ni agarres de una noche, no me he drogado... "Tal vez debería pecar un poco más para experimentar la gracia de Dios un poco más," me dije a mí misma.

Me di cuenta que yo no hacía todo lo mencionado anteriormente porque sentía que NO PODÍA. Pero nadie me lo prohíbe. Dios mismo me dijo que podía hacerlo si quería. Él me ama tanto que me da la libertad de equivocarme. Me ama tanto que su amor no disminuye con los errores míos o con los errores de mis hermanos. Y no puedo hacer esas cosas porque aunque Él me perdone, yo misma no me lo perdonaría nunca.

Me di cuenta que he estado sirviendo mucho tiempo seguido. Alabando porque tengo que alabar, yendo a reuniones de servicio porque tengo que ir, orando porque tengo que orar, asistiendo al grupo porque tengo que asistir. Y he empezado a faltar un poco al grupo y a ciertas reuniones, tratando de encontrar mi libertad de nuevo, trantando de no sentirme forzada. Algunos me han preguntado por qué no voy. Si les digo "porque no quiero" lo pueden tomar a mal. Pero Dios es el único que me entiende a plenitud. Y me acompañará a encontrar la libertad de amarlo.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

sábado, 2 de octubre de 2010

Confirmación 2010

He dejado de escribir un par de meses. No porque no tuviera nada que agradecer, sino por falta de tiempo y creatividad literaria.
Al iniciar este año, no pensé que el Señor me llamaría a ser catequista. Lo fui en el colegio alguna vez, luego de mi Confirmación, pero esta vez fue distinto.
Cuando conversamos con la Pastoral Juvenil, evaluamos la posibilidad de que no hubiera Confirmación este año en la parroquia, por diversos motivos. Sin embargo, en una oración frente al Santísimo vi y sentí lo que Dios hizo en mi vida en mi catequesis de este sacramento. Me di cuenta que si no fuera por ese primer encuentro personal con Él, no estaría perseverando hasta hoy.
Se decidió que hubiera Confirmación y tuve la oportunidad de guiar al Grupo 1 (los mejores, jajaja) y de compartir con ellos estos meses de crecimiento espiritual: risas, anécdotas, silencios, oraciones, discusiones, papitas, café y Choco Krispis.
Lo más importante de esta experiencia fue conocer a Samantha, Alejandra, Camila, Diego, Denisse, Cristy, Alvaro, Andrea, Enzo, Alejo, Alfredo, Mayra y Valeria. Son jóvenes que han conocido al Señor y que están dispuestos a seguirlo de ahora en adelante.
También el equipo de servicio fue maravilloso, compuesto de personas dispuestas a dar lo mejor de sí para la gloria de Dios: Clau, Diego, Aldo, Mau, Mili, Fio, Rodrigo, Ale, Xime, Ivette, Fernando, JLoS, Pili y Beto. Aprendí muchísimo este año de ellos, ¡muchísimo!
Evangelizar de esta manera, compartir lo que Dios hizo en mi vida y ser un instrumento para que Él actúe en los demás... no tiene precio.
Hoy fue la Ceremonia de Confirmación. Una de muchas que viviré (si Dios me lo permite). Tengo fe en que los chicos serán a su vez luz para iluminar a otros jóvenes que todavía no conocen plenamente a Cristo.

Es por eso que doy gracias a Dios con todo mi corazón.

viernes, 30 de julio de 2010

Graduación

Recién esta semana acabó el capítulo final de mi novela universitaria.
El 3 de junio (sí, junio) tuvimos la primera reunión de coordinación para lo que sería la ceremonia de Graduación de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación. En ella se dijo qua la toma de fotos sería el mismo gran día y que los turnos se reservan por el orden de llegada de los correos (que serían enviados a un delegado que elegimos en ese momento). Yo ese mismo día mandé mi correo pidiendo el turno lo más tarde posible por motivos de chamba, y resulta que cuando hicieron el rol... ¡Yo no estaba!
Sucedió que no se valían correos desde el 3 de junio, sino que semanas después la coordinadora del magno evento mandó un correo diciendo "Ya pueden enviarle a Gustavo sus turnos..." (cosa que yo ya había hecho entonces no mandé de nuevo). Y me quedé sin turno. Luego de mails y mails, hablaron con el fotógrafo quien dijo que me meta en cualquier hueco entre turnos y que normalazo.
Ok. Bacán. Llegó el gran día y en la chamba la sufrí. Luego salí corriendo de ese martirio, y Jessica (quien me iba a maquillar) llegó tardazo por el tráfico. Todo se hizo a la volada y un taxi me quería cobrar como 10 soles entre Magdalena y la PUCP (¡no son ni 20 cuadras!). Pero en fin, llegué bien, me tomé la bendita foto y empezó la ceremonia. 167 pastrulines esperando algo de reconocimiento de la PUCP y de nuestras familias, por el esfuerzo realizado. Se pasó todo rapidísimo.
Hice una recepción en mi casa luego, de la que yo me encargué. Y todo salió bien, sólo que no llegué a bailar El General ni Natusha, como yo quería.
La toga y el birrete eran alquilados, hasta dormí con ellos. Pagué 50 soles por el alquiler mismo y cuando la recogí dejé 50 soles más en garantía (que serían devueltos al regresar la toga en buen estado). Mi papá devolvió mi toga por mí y no le dieron la plata. Otro chongo.
Fui yo misma al día siguiente hasta la PUCP y el chico no me supo dar razón, pero finalmente fue mi papá y le reconocieron la cara de sano (bueno, eso es relativo) y le devolvieron la plata. Yeee.
Y el lunes de esta semana recibí las ansiadas fotos. La verdad no me gustaron mucho tratándose de fotos profesionales, pero con todo lo que he sufrido, ya ni reclamar.
Graduarme se me ha hecho igual de difícil que estudiar los últimos 6 años en la PUCP. Pero al fin puedo decir: "¡Misión cumplida! ¿Y ahora qué?"
Sólo Dios sabe, porque yo no tengo ni idea.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

domingo, 23 de mayo de 2010

Rosada

Sonará rarazo esto... Pero... ¡Gracias Dios por Aerosmith! Gracias por Steven Tyler y su vozarrón. Gracias porque tuve un día un poco pesado pero en la noche lo pasé genial, pude bailar, cantar, saltar, gritar, correr, rockear... Fui feliz a pesar de los kilómetros de caminata (y corrida). Llegué y tocaron "Pink". Mi cafarena rosada, mis uñas rosadas y yo estábamos extasiadas. Es uno de mis grupos favoritos, meses de espera... Tenía la duda si comprar entradas porque estaban caras pero no me arrepiento para nada. Un momento de buena música no se compara con nada.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

lunes, 19 de abril de 2010

Bachillerato

El jueves fui a la universidad a recibir mi cartón de bachillerato. Pensé que me emocionaría un montón y lloraría la vida entera. No fue así, lo cual no significa que no estoy orgullosa de estos años de sufrimiento y dedicación... Dios es quien permitió que me pagaran los estudios, Él fue quien me dio la sabiduría para resolver cada problema y Él me dio la fortaleza para no rendirme y seguir mi sueño y mi vocación. Quería tomarme fotos hasta con los vigilantes, pero reservaré esos locos impulsos para el día de mi graduación (¡faltan 3 meses!).

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

jueves, 11 de marzo de 2010

El señor de los toffees

Hace unos días, yo estaba en el micro rumbo a mi trabajo y se subió un señor de unos 60 años. Empezó a hablar de que no tenía trabajo y tenía una familia que mantener y que los que tienen trabajo y salud deben considerarse personas muy bendecidas... Lo que me pareció particular es que no buscaba generar lástima en la gente (la mayoría de personas que se suben a los micros a pedir una colaboración lo hacen con un discurso aprendido y con una intención ensayada de generar pena en ti para que les des dinero) sino que te hablaba con mucha tranquilidad, serenidad y sensatez.
De la nada, él empezó a evangelizar y habló de la Biblia, de la importancia de cargar con ella siempre porque esa es nuestra arma -seas católico o evangélico o lo que sea- y contó cómo Jesús llamó a Pedro a una misión especial. Dijo que el Señor ha venido por los pecadores y que nos llama a cada uno de nosotros con la misma intensidad... Yo que andaba zombie, me desperté y me llené de esperanza. Sacó una bolsa de toffees y empezó a vender. Yo le compré unos cuantos y me dijo que Dios me bendiga. "A ti", le respondí. "No, a ti", me dijo. Y sonó tan sincero que me alegró el día.

Resulta que hoy me subí al micro y... ¡el señor volvió a subir! No repitió el mismo discurso, para nada. Esta vez habló de Pablo y como Pablo de ser perseguidor pasó a ser seguidor de Cristo. Y que no importa lo que diga la gente, que él mismo vende toffees porque piensa primero en su familia y luego en el qué dirán... Me parece que para trabajar en eso hay que tener mucha valentía, perseverancia, paciencia y sobre todo amor a los demás, a su familia. Esta vez el señor vendía caramelos rellenos. Dándole una moneda, le comenté que prefería los toffees de la vez pasada y de la nada sacó toffees de la misma bolsa de sus caramelos. "¿Querías toffees? Justo, mira, estás bendecida", me dijo. Y yo le creí. Y lo CREO.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

viernes, 12 de febrero de 2010

"Pareja abierta" en el CCPUCP

Anoche re-estrené mi proyecto final de carrera. Esta vez se está presentando en el IX Festival "Saliendo de la Caja" de jueves a sábado a las 8pm hasta el 20 de este mes. La obra ha mejorado en cuanto a la actuación, dirección y producción.
Me ha costado trabajo hacer ciertas coordinaciones, llevar las cosas de la PUCP hasta San Isidro, conseguir la plata, ver el tema de los derechos de autor... En fin, en todo eso ha estado mi Dios conmigo.
Siempre aparecía alguien con una buena noticia, o para ayudarme, o para darme ánimos, o para simplificarme el día (y la vida) cuando me estaba complicando o aturdiendo mucho. La gente del CCPUCP se ha portado increíble, mi peluquera también, mi productora es un éxito... Todo ha salido bien.
Ayer recordé el Salmo 36 que leí esta semana: "Encomienda al Señor tus empresas, confía en Él que lo hará bien." Yo puse todo en sus manos, y salió bacán el estreno.
Yo me esforzaba un poco y Él hacía todo lo demás. Me pedía sólo el 1% y se encargaba del resto... ¡Qué exitoso que es mi Señor!

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

miércoles, 6 de enero de 2010

Accidentado comienzo

Diciembre fue un mes de desánimo, de descanso laboral, de lectura, de gimnasio, de vicio en el Facebook... La misma Navidad no significó tanto para mí como en años anteriores, y eso no es algo que me enorgullezca.
No he empezado bien el año por problemas personales (esta vez no hubo llamada perturbadora que me reconcilie con mi mamá). Decidí irme de mi casa un tiempo y estoy pensando en muchas cosas, pues mi vida emocional estaba hecha un desastre. Ser hija única es mucha responsabilidad cuando tu familia se vuelve disfuncional (no lo recomiendo).
Salir fue lo mejor, aunque mi papá no lo comprenda del todo y le duela. Ya era por salud, estaba a punto de perder la cabeza. Estoy en paz y eso es lo que tanto necesitaba.
Tengo algunos amigos que me apoyan, sin quienes esto no hubiera funcionado. Tengo a Luis Enrique, quien se ha vuelto mis zapatos para caminar. Tengo un padre extraordinario, quien es mi corazón, y que si bien ahora está deprimido y sin fuerzas, es y será mi motivación para salir adelante. Tengo trabajo y muchos proyectos en la cabeza, para sentirme útil y estar ocupada. Tengo un rebaño a mi cargo (que si bien paradójicamente suele ser la labor más solitaria del mundo, es mi servicio y lucho por no desistir). Y tengo a un Señor que no se aparta de mí, a quien le oro todos los días (gracias a mi diario bíblico que es buen instrumento) y le digo todo lo que pasa por mí, tratando de consultarle cuál es su voluntad.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.