domingo, 27 de noviembre de 2011

El cobrador charapa

Hace varios meses que no escribo. Es más, había pensado en dejar el blog, me quedé sin motivos significativos para agradecer (o la flojera me ganó, no lo sé). Pero hoy fue especial.

Había salido con una amiga. Y me jaló en un taxi y me dejó en el Jockey. Tenía que tomar esos carros que van por todo Evitamiento para llegar a mi casa. Me disfracé de piraña, crucé el peatonal y me subí a un carro. Luego de un rato el cobrador se me acerca y le di un sol y le dije que iba a la Ricardo Palma.
“¿Cómo le voy a cobrar a una belleza como tú? ¿Qué me diría el cobrador? Tampoco es que me falte tanta plata como para no cobrarle a alguien así…” Y me devolvió mi sol. Lo cogí (ni tonta ni perezoza)… Y se paró al lado mío y me hizo el habla:

-¿Estudias?
- No, ya terminé.
- Ah, ¡encima ya terminó! Mírenla pues… ¿Qué estudiaste? Si no es indiscreción…
- Comunicaciones.
- ¿Cómo es eso?
- Teatro, televisión, radio…
- Ah ya. ¿Y cuánto tiempo estudiaste?
- 5 años.
- Entonces debes tener unos 22 o 23…
- Un poquito más.
- 25.
- Sí.
- Ah mira… Si yo empezara a estudiar entonces terminaría a tu edad.
- ¿Y por qué no lo haces?
- Han pasado cosas no he tenido dinero…

En eso, me contó toda su historia: Cómo llegó a Lima a los 17 años desde la selva. Se puso a trabajar en la línea del “Chino” (esos carros salvajes no creen en nadie), dejó el trabajo, tuvo problemas, y entre una y otra cosa no se pudo poner a estudiar.
- Yo quería meterme a estudiar este año pero no pude.
- Te va a ir bien. (No sé por qué lo dije, solo lo sentí en mi corazón)
- ¿En serio?
- Sí, claro. Apenas tengas algo de plata, métete. (Luego de una pausa dramática, jaja) ¿Tienes fe?
- (Me miró extrañado y luego respondió) Sí… Con fe, dices…
- Con fe.
- Con fe todo se puede. Sí, tienes razón. Lo voy a hacer. Te bajas en el paradero, ¿no?
- Sí.
- ¿Vives por acá?
- Sí.
- Yo vivo en San Juan, por Las Cucardas.
- Jajaja. Qué buena zona.
- ¿Cómo te llamas?
- Romina
- Yo soy Brad Pitt.
- Ah ya... Brad Pitt…
- Jajaja. Mentira, me llamo Jimmy. Chau Romina, cuidate.
- Chau Jimmy.

Fue un momento inédito. Cada pausa, cada sonrisa, cada segundo. Empezó como un juego suyo y terminó como lo más serio del mundo: un mensaje de fe. Solo Dios sabe si "Brad Pitt" triunfará... de su mano.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

3 comentarios:

  1. Ojalá que así sea... en mi no ha obrado mucho pero es porque yo no lo permito, cada vez que quiere entrar "algo" me hace huir de esa escena... en fin, como tu dices, en sus manos está!

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  2. Miss! Linda historia! :3 Dios nos pone muchas oportunidades en la vida, él nunca nos abandonará :3

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