miércoles, 7 de enero de 2009

Inspiración

Ayer tuve un día bastante complicado. Durante el día, en realidad, creo que no hice nada productivo. Pero me pasó algo que me derrumbó el mundo. Todos tenemos un tema sensible. Mi tema sensible es mi familia. Cada vez que pasa algo malo en casa, sufro mucho. Estuve todo el día triste y decaída. Sentía que nadie me comprendía porque no viven lo que yo vivo. Me pidieron que hiciera la oración en la noche en Siervos del Señor (mi grupo de oración) y no tenía ni ganas pero me había comprometido. Solo debía ser conciente de que quien hace las cosas por mí es el Espíritu Santo. Así fue. Yo no tenía idea ni de lo que iba a decir. Todo fluyó y sentí que fue para bien y que hubo unción en el grupo. El Señor nos prometió a través de una profecía que si confiamos en Él, no se iba a alejar de nuestro lado... ¡Genial! Y no fui yo. Yo no hice nada, solo le abrí mi corazón a Dios y me sentí renovada por Él y por su gracia.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

2 comentarios:

  1. Yo viví lo que tu vives... ciertamente mi situación fue más complicada aún! porque a los problemas familiares agregales carencias y distanciaminetos y es muy, muy feo. Espero que todos los problemas en tu casa se solucionen tu mereces ser feliz y mas.

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  2. Qué hermoso comentario!
    Muchas gracias por los buenos deseos.. Igualmente para ti... Bendiciones! :)

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