Las vacaciones generan cierta deprimente inactividad en mi vida. El "no tener que hacer" me estresa. Por ello, me metí a un curso en la universidad llamado Técnicas de Guión. Es mi electivo pues yo estudio Artes Escénicas y el curso es de Comunicación Audiovisual.El asunto es que yo incluso tenía una idea de la serie que quería escribir para este curso pero el lunes empecé clases y me topé con la ingrata sorpresa de que se trabajaría en grupos durante todo el ciclo (que no dura ni 2 meses así que es... ¡full chamba!).
Me pareció que todos se conocían entre sí y yo solo conocía a una chica en el salón llamada Carla. Los grupos eran de 4 o 5 personas, así que me tragué el roche y les mandé un mail a los que faltaron ese día, "conminándolos" (¡jaja!) a reportarse para armar un grupo. Pero no me respondieron. Me decepcioné porque el curso me estaba costando carísimo y encima no era lo que pensaba.
Hoy fue mi segunda clase y llegué casi sin esperanzas. Pero resulta que al final armé grupo con Carla y con 2 chicos más que me cayeron muy bien. El bonding fue casi instantáneo y ya decidimos el proyecto que vamos a trabajar, que fue idea de uno de ellos.
Mañana será la primera reunión en mi casa. Así que estoy optimista con mi verano (encontré una ocupación, ¡yee!) El Señor, contra todo pronóstico, convirtió mi decepción en esperanza.
Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.
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