viernes, 4 de marzo de 2011

Un despertar

No sé cómo describir lo que me pasó anteayer. Resulta que Carlos y Sandra, amigos muy queridos en mi comunidad, serán los nuevos responsables del grupo. Por ello, me reuní con Carlos para conversar, sin saber lo que me esperaba.
Hace tiempo no compartía con alguien a ese nivel de profundidad con el que compartí con Carlos. Hablamos de mis issues, de las cosas del grupo, de todo un poco. Necesitaba eso tanto. Me di cuenta de todos mis problemas y que no los puedo dejar así. Me di cuenta que las cosas que me molestan de la gente, me molestan en mi casa. Me di cuenta que no soy mamá de nadie y no debo serlo. Me di cuenta que estoy en una etapa maravillosa de mi vida y que debo disfrutarla al máximo. ¡Me di cuenta de demasiado!

Aún así, me llamó a continuar en el equipo de servicio, lo cual fue rarísimo. Con todas mis cosas feas, Dios igual quiere que siga sirviéndolo. Será pues, no le puedo decir que no.

Gracias Dios porque llamaste a esta increíble pareja para tu misión. Y a mí no me dejas atrás.

Es por eso que le agradezco a Dios con todo mi corazón.

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